Enero del 2018. La utilización de agentes químicos en la agricultura es una práctica equivocada, pues hay bastantes estudios que indican que tienen efectos negativos y si reflexionamos sobre el particular, nos daremos cuenta de que en el fondo los consumidores están ingeriendo productos químicos artificiales en su dieta, razon por la cual en la actualidad se está recomendando, en las técnicas de la agricultura, la utilización de abonos naturales. Más en detalle, como veremos acá, se ha alterado el ciclo del nitrógeno (N), como está ocurriendo con el carbono (C), el cual ha provocado distorsiones en la naturaleza. El tema es muy complejo y difícil de comprender por la dinámica química de los elementos, pero en términos generales se pueden abordar algunas conclusiones.
El nitrógeno y el fósforo (los que están causando más estragos en el medio ambiente, junto con el carbono) son componentes básicos de los fertilizantes, que son utilizados en la agricultura. Cuando se utilizan en los campos, el agua de la lluvia puede arrastrar el exceso de nitrógeno y fósforo a los sistemas fluviales y luego al mar, donde esos nutrientes pueden causar un aumento rápido de las poblaciones de fitoplancton, un suceso que se denomina floración. Las floraciones de algas nocivas pueden en ese caso transferir toxinas a los peces (muchas especies quedan desorientadas al consumir algas tóxicas, por lo que aparecen baradas en las orillas de los mares) que, a su vez, pueden ser consumidos como alimentos marinos, lo cual afecta a la cadena alimenticia, tanto del hábitat marino como humano. Por otra parte, en algunas ocasiones esta sobrealimentación o eutrofización puede aumentar la población de algunas especies en perjuicio de otras. Otro efecto, es que una mayor floración de algas puede causar deficiencias de oxígeno en algunos sectores debido a la descomposición de la biomasa del plancton y crear las denominadas zonas muertas, zonas anaeróbicas donde las especies normales no pueden sobrevivir. Existen estudios, por otro lado, que señalan que el utilizar fertilizantes sintéticos empobrece los suelos. Asimismo, no olvidar que el exceso de nitrógeno está afectando el clima por intermedio de sus reacciones químicas que emiten gases de efecto invernadero, aumentando la temperatura del planeta.