Las emociones nos proporcionan información de nosotros mismos y de nuestro entorno. Aunque algunas de ellas sean desagradables, no son negativas, por lo que, saber regular nuestras emociones adecuadamente, es sumamente importante para hacer frente a las diversas situaciones que acontecen en nuestra vida diaria, con especial atención a aquellas que son estresantes o difíciles. En nuestra provincia del choapa, por ejemplo, se están vivenciado situaciones muy complejas que se han traducido en desgracia para los actores de dichas tramas, ello debido a este tema: el manejo inadecuado de las emociones. Un importante sector de Illapel, presenta altos índices de manejo inadecuado de este factor, muy especialmente los más jóvenes que están propensos a actuar bajo las emociones de la ira, o bien, tratan de sacarlas a flote ingiriendo alcohol o drogas. Trabajar para obtener una buena autoestima o mejorarla, está íntimamente relacionado con gestionar de forma adecuada nuestras emociones. Algunas emociones básicas son: La tristeza, el miedo, la alegría, la Ira, la sorpresa y el asco. El manejo adecuado de dichas emociones nos proporcionarán un mejor desarrollo en nuestro diario vivir. Ahora bien, si no somos capaces de manejar las emociones, no adquiriremos una madurez emocional, porque ellas nos dominarán. De esta forma, algo normal en nosotros, sí que podría transformarse en negativo, ya que nos impedirían ver el camino que hemos de recorrer, sobre todo, en el caso de la juventud de Illapel y el choapa que estamos presenciando en nuestros días. Y acá, podríamos plantearnos la incógnita de remediar esta situación, ¿será lo más conveniente enviar a los jóvenes a las cárceles? Si miramos desde el punto de vista del manejo de las emociones, quizás el sistema penal actual no sea el más adecuado, pues sancionar con una pena o castigo, no servirá al propósito de manejo de las emociones. Y ¿cuál será la mejor opción para tratar este tema? Tal vez, un tratamiento con las personas sujetas a este déficit en dos partes, la primera, una de la más importante, la familia y la segunda, la sociedad, a través de las instituciones de intervención, pero de forma integral, no tan sólo como un trámite que hay que cumplir, sino más bien un tratamiento de saneamiento integral. De esta forma, la sociedad, en su conjunto, sería más madura o evolucionada en este escenario que actualmente estamos viviendo. A nivel nacional, en realidad, no somos tan avanzados como se pretende hacer creer al conjunto de la sociedad chilena. Sobre el tema delincuencia, en el artículo sobre el control de la detención en esta páginca web, hay un muy buen enlace para que lo veas si te interesa el tema.