Diciembre del 2018. Un problema latente que afecta a todo nuestro planeta, no sólo a nuestra zona del Choapa, Limarí y Elqui. Ya hay muchos estudios a nivel nacional que indican que este proceso de deterioro del suelo está avanzando en Chile y todo indica que se está acelerando en virtud del cambio climático (para nosotros, desorden climático derivado del desequilibrio ecológico provocado fundamentalmente por el hombre). Según algunos científicos este fenómeno obedece a la mala gestión de los suelos convirtiéndose en una patología ambiental provocada por causas antrópicas (el ser humano) y naturales. Es necesario insistir en este tema dada su importancia para quienes tienen responsabilidades en la toma de decisiones a nivel local como nacional, así como también los empresarios (responsabilidad social) y cada habitante, pues todos los esfuerzos suman para revertir este proceso negativo que carcome nuestros cimientos naturales.
La degradación de los suelos es un proceso que avanza y que modifica el entorno natural, razón por la cual las naciones y especialmente los científicos están preocupados por su contención en distintas facetas. Cabe mencionar que el crecimiento económico puede traer generalmente como consecuencia el deterioro de nuestros suelos, lo que significa que es recomendable un enfoque de desarrollo económico sustentable que es menos agresivo a la naturaleza. En este sentido, sólo tiene que pensar en qué paisaje le gustaría dejar a sus hijos para que puedan vivir en un ambiente sano. Fue tanta la atención sobre este fenómeno que se aprobó en Naciones Unidas un pacto especializado sobre la materia, el cual fue publicado en Chile con fecha 13 de febrero de 1998. La desertificación, según este pacto internacional, del cual Chile es parte, lo define como: Por "desertificación" se entiende la degradación de las tierras de zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas resultante de diversos factores, tales como las variaciones climáticas y las actividades humanas.
Este proceso degradativo engendra un círculo vicioso que termina por convertir los suelos, la naturaleza y a la sociedad que vive de la tierra, en un escenario estéril y muerto.
Algunos de los efectos o consecuencias de la desertificación relacionadas con el suelo son:
a) Alteraciones en la regulación del ciclo hidrológico, especialmente en lo que se refiere a escorrentía e infiltración.
b) Degradación de la cubierta vegetal y reducción de la biomasa. Deterioro del bosque, que es sustituido por formaciones secundarias de arbustos y matorral, cada vez más abiertas, que pueden desaparecer. Cambio de la composición florística, favoreciendo a especies propias de suelos degradados.
c) Deterioro e incluso pérdida de la estabilidad estructural del suelo y formación de compactaciones y costras. Reducción de la porosidad, capacidad de infiltración y contenido de humedad del suelo, a la vez que aumenta la escorrentía superficial y su capacidad erosiva.
d) Degradación biológica del suelo: pérdida de nutrientes en calidad y cantidad.
e) Aceleración de la erosión eólica e hídrica. Pérdida de los horizontes superiores y posible afloramiento de la roca madre.
f) Pérdida de la base de sustentación de las raíces de las plantas.
g) Aparición y proliferación de incisiones erosivas en el terreno (surcos, cárcavas, etc.), movimientos en masa en laderas, hundimientos y generalización de la morfología abarrancada (lo que en la bibliografía anglosajona se denomina bad-lands).
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