30 de diciembre del 2017. Estos últimos años hemos sido testigos de un aumento notable de cargos a nivel público, como lo serían la gran cantidad de consejos que se han creado (incluso en el Congreso Nacional), el crecimiento de las autoridades en número, recordemos que hay tres niveles, a saber, Intendentes, Gobernadores y Alcaldes (se quiere agregar un delegado presidencial y tal vez más denominaciones públicas) y por si fuera poco, los parlamentarios que arbitrariamente aumentaron de número, cuando la lógica democrática indicaría someter a consulta ciudadana tales incrementos. Esto, además, de considerar las Fuerzas de seguridad y Orden. Pues bien, la ley científica de Parkinson nos da algunas pistas sobre este fenómeno social.
Esta ley demuestra que toda persona está impulsada para perpetuarse en su cargo y adquirir más poder, sus postulados básicos son:
«Todo funcionario necesita multiplicar el número de subordinados, no el de rivales»
«Los funcionarios se crean trabajo unos a otros»
El primer postulado implica que si una persona tiene a cargo subordinados, adquirirá mayor importancia su cargo y en consecuencia, más poder (y remuneración). El término de rivales, hace alusión a la competencia que pueda tener una persona en el cargo que ostenta, como por ejemplo un par de administrativos que proponen más cargos en determinada labor (¿le suena familiar eh?). El segundo postulado, muy común, implica que a mayor número de personas, en realidad se está creando más trabajo y por qué no, inventar otras actividades. Así, se pueden crear rutas más complejas para el trámite de una solicitud que antes era más expedita.
Los móviles para tales maniobras son variados, pero son una realidad indiscutible, tanto a nivel público como el privado. Pero sin duda el más importante de todos los motivos es la mantención del status y su incremento en la escala social.
Esta ley científica resumidamente se traduce en: 1 es igual a 2.